Ruta por Juraňová Dolina

06.09.2008 08:30

 

JURÁŇOVA DOLINA

 

Bueno, pues aquí estoy otra vez, en Trstená. Ya ha comenzado un nuevo curso y estoy con ganas de empezar ya las clases en serio. Este aňo tengo dos compaňeras nuevas, Cristina, de Cordoba, y Genisa, de Vigo, y un compaňero, Pepe, de Murcia. Todos son aficionados a caminar por el monte, ¡qué bien!.

 

Nuestro primer contacto con el monte fue el martes por la tarde, Pepe, Genisa y yo fuimos hasta la ladera norte de Vyšny Breh (una colina de 758 metros de altura situada a 1 hora andando al noroeste de Trstená). Desde allí hay una bonita vista de un pantano situado en el norte de Eslovaquia, que hace frontera con Polonia, llamado Vodná nádrž Orava.

 

Pero el plato fuerte llegó el sábado 6 de septiembre. El viernes quedamos con Robert Tokár, profesor eslovaco de espaňol, para hacer una ruta por Juráňova Dolina. Es un valle situado entre Trstená y los Tatras del oeste, muy cerca de Oravice. Tiene unos 4 kilómetros de largo

 

Quedamos a las 8.30 h en la puerta del hospital de Trstená. Fuimos Robert, Pepe y yo en el coche de Robert y Cristina, Genisa y el novio de Cristina (Fernando) en su coche hasta Oravice. Desde allí comenzamos a caminar. La ruta discurre al principio por una carretera local asfaltada y solitaria para adentrarse luego, tras cruzar un arroyo por un puente de madera, en el bosque. Después de cruzar un gran prado nos internamos en un caňon abierto por el río Oravica. El camino va paralelo al río y es precioso. El río va encajonado entre altas paredes rocosas y sus aguas son cristalinas. El ambiente es muy húmedo y en algunos tramos hay que andar agarrandose uno a cadenas dispuestas para tal fin. Esta parte del valle se llama Juráňova tiesňava y debido a que las temperaturas aquí son bajas es posible encontrar vegetación subalpina y alpina a pesar de que la altura ronda los 900 metros.

 

Por el camino vamos discutiendo sobre árboles y animales, sobre como se pronuncian en espaňol y en eslovaco.

 

Después de una ascensión volvimos a salir a una pequeňa carretera local que, entre pinos, abetos y hayas, nos llevó hasta Oravice de nuevo. Aunque parece que los osos no se acercan mucho por aquí vimos un cartel que previene contra los mismos y dice que cuidado por que pueden ser peligrosos.

 

Oravice es un lugar bastante turístico en donde hay un parque acuático y piscinas de agua sulfurosa. Este día estaba a tope de polacos.

 

Sobre las 12. 30 h volvimos a Trstená.